Bienestar Laboral y Ergonomía

Cómo crear espacios de trabajo colaborativos

Espacio de trabajo colaborativo donde varios empleados comparten ideas

Una de las claves para mejorar la productividad es contar con un entorno laboral en el que la plantilla se sienta cómoda, tanto para completar sus tareas como para seguir desarrollando sus capacidades. Dependiendo de las actividades de la empresa hay ciertas configuraciones que pueden ayudar a la hora de conseguir un lugar de trabajo donde prime la colaboración; desde Ofiprecios te ofrecemos algunos ejemplos.

Espacios abiertos y diseño para trabajo en grupo

Un aspecto esencial a la hora de crear un lugar de trabajo colaborativo es un diseño que facilite la comunicación entre los miembros del equipo. Una forma de mejorar la transmisión de información entre la plantilla es adoptar la configuración de oficina más óptima para el funcionamiento de la empresa: un espacio abierto es perfecto para entornos en los que sea necesaria la interacción continua y el intercambio de datos, perspectivas, ideas o impresiones. Por ejemplo, en oficinas donde se lleven a cabo tareas de una naturaleza más creativa, o en negocios donde sea necesario coordinar esfuerzos resulta particularmente beneficioso contar con este tipo de configuración en la oficina.

En el caso de que un espacio abierto común no sea del todo posible, se pueden habilitar zonas específicas para el trabajo en equipo, ya sea reutilizando salas de reuniones, estancias donde no se vaya a perturbar el trabajo de otros empleados al hablar en voz alta o incluso áreas estilo sala de descanso con un ambiente más distendido donde los empleados puedan compartir ideas de una forma más relajada, ¡la inspiración viene de las fuentes más insospechadas!

Oficina con una configuración abierta con varias zonas de trabajo organizadas utilizando el mobiliario

Mobiliario flexible y espacios multifuncionales

Aunque una configuración abierta puede ser la mejor manera de crear un espacio de trabajo colaborativo, no siempre es posible, ya sea por el tipo de tarea o por el número de trabajadores. En estos casos, una opción es poder cambiar el formato del entorno cuando convenga. ¿Cómo se puede conseguir esto? El mobiliario flexible es una solución ideal para este tipo de situaciones: dependiendo de la tarea u ocasión, el uso de muebles como mesas plegables, escritorios con ruedas, sillas apilables o mesas tipo bench se pueden reconfigurar para personalizar los espacios de trabajo. Asimismo, si resulta necesario separar distintos espacios, se puede hacer mediante biombos, paneles o la misma organización del mobiliario dentro del espacio.

Otra forma de aprovechar el espacio disponible en oficinas con menos metros cuadrados, es habilitar espacios multifuncionales que se puedan utilizar para actividades que requieran colaboración. Este tipo de organización resulta práctica, ya que se pueden equilibrar las ventajas de un espacio compartido con las de espacios divididos por departamentos, o incluso de despachos individuales.

Mesa de reuniones en una sala de trabajo colaborativo, una pieza de mobiliario ideal para la comunicación entre empleados

Puestos compartidos y zonas de trabajo en equipo

En el caso de oficinas pequeñas donde no sea posible un espacio abierto, o cuyo diseño no permita la habilitación de espacios multifuncionales, una forma de crear un entorno de colaboración es a través de puestos compartidos y zonas específicas de trabajo en equipo. ¿Cómo se pueden organizar estos puestos? Dependiendo del proyecto, se puede hacer de varias maneras:

  • Utilizar una mesa grande —o juntar varios escritorios, o mesas tipo bench— para cada equipo, en la que quepan todas las personas que trabajan juntas en un proyecto, independientemente del tipo de tarea, y así facilitar la comunicación transversal entre las especialidades. Una ventaja de este sistema es que, si se va cambiando de proyecto y los trabajadores van rotando, tienen la oportunidad de conocer a más compañeros, lo cual puede ayudar a mejorar la colaboración.
  • Alternativamente, se puede agrupar a los trabajadores que realicen el mismo tipo de tarea, aunque estén en proyectos distintos, como puede ser el sistema de departamentos, para que puedan ayudarse mutuamente si surgen retos específicos a sus funciones. La ventaja de esta forma de organizar la oficina es que los trabajadores con perfiles similares llegarán a conocer muy bien a los compañeros y podrán aprender más sobre su especialidad gracias a las experiencias compartidas.

Existen tantas posibilidades de configuración para tu oficina como necesidades: la clave está en elegir la más adecuada dependiendo de la actividad que se lleve a cabo. Si necesitas mobiliario para crear el espacio de trabajo colaborativo óptimo para tu empresa, no dudes en visitar la tienda de Ofiprecios, estaremos encantados de atenderte.

Seguir leyendo