Bien es cierto que la apariencia no lo es todo, pero a la hora de elegir mobiliario, el aspecto es uno de los puntos de mayor relevancia, y no solamente desde la perspectiva estética. Un espacio de trabajo bien diseñado puede favorecer la salud tanto física como psicoemocional de los trabajadores y por lo tanto puede ayudar a conseguir un aumento de la comodidad y la productividad. Además de comprobar los distintos mecanismos, las funcionalidades ergonómicas y la calidad de los materiales, cuando elegimos una silla es primordial seleccionar el acabado más apropiado para el uso que se le va a dar: desde Ofiprecios queremos ayudarte con una comparativa entre sillas tapizadas y de piel.
Ergonomía y comodidad
La piedra angular del diseño de toda silla de oficina es la ergonomía, un aspecto que va de la mano de la comodidad. Pero, ¿hay alguna diferencia entre las sillas de piel y las tapizadas? Ambas ofrecen apoyo lumbar, mecanismos ajustables y facilidades como reposabrazos, la diferencia principal dentro de este apartado es la sensación del material durante la jornada laboral. Las sillas tapizadas son mejores para entornos cálidos, ya que son más ligeras y flexibles; sin embargo, las sillas de piel ofrecen algo más de firmeza y calidez para entornos más frescos, asimismo, con el paso del tiempo se amoldan a las formas y postura del usuario.
¿Qué opción ofrece mayor transpirabilidad?
Dependiendo de las condiciones de temperatura del entorno de trabajo, la transpirabilidad de la silla de oficina puede ser un punto importante a la hora de elegir el modelo adecuado. En el caso de oficinas más cálidas, es más recomendable el uso de tapizado, ya que es un tejido más ligero y que se puede combinar con otros elementos como por ejemplo el material Red de Ofiprecios, una solución que mantiene la circulación de aire óptima.
Diseño y durabilidad
¿Buscas una estética clásica y con un aire de elegancia? ¿O prefieres un toque de color y sencillez? Si quieres una silla atemporal, opta por un modelo de piel, sin duda un material que inspira prestigio y aporta una sensación de lujo perfecta para despachos de directivos y cargos de mayor relevancia. Este tipo de modelos suele ofrecer un respaldo mayor, un asiento más amplio y unos acabados cuidados hasta el más mínimo detalle; ventajas que se ven reflejadas en el precio. Sin embargo, si buscas una silla giratoria con colores más vivos, o incluso estampados, el tapizado ofrece una mayor variedad de opciones. Existen modelos de tonalidades divertidas, aunque si buscas una estética sencilla y minimalista —además de más asequible—, también encontrarás sillas giratorias tapizadas en tonos neutros, perfectos para una oficina moderna.
En cuanto a la durabilidad, las sillas de piel tienen la bien merecida reputación de durar mucho tiempo. Su acabado de alta calidad es resistente a desgarros y al desgaste derivado del paso del tiempo; por su parte, las sillas tapizadas son más susceptibles de mancharse y estropearse, incluso es posible que pierdan algo de color con los años, aunque si se mantienen con mimo pueden durar como nuevas mucho tiempo.
Mantenimiento
Tanto las sillas de piel como las tapizadas son bastante sencillas de mantener, aunque las de piel sí requieren algo más de atención. Dicho esto, sí que es necesario cuidar ambos tipos para alargar su vida útil y prevenir posibles daños, decoloración o manchas. A continuación dejamos una serie de consejos para alargar la vida del modelo que elijas:
¿Cómo cuidar de una silla de piel?
Hay ciertos cuidados que se pueden dar a una silla de piel para conseguir que dure más tiempo sin sufrir demasiado el paso del tiempo:
- Pasar un trapo regularmente para quitar suciedad y polvo, aunque hay que evitar el uso de productos químicos abrasivos.
- Cada seis meses aproximadamente, conviene hidratar la superficie de piel para evitar que se agriete a causa de la sequedad.
- Protege la silla de fuentes de frío o calor, como puede ser un radiador, aire acondicionado, etc.
Consigue que la silla tapizada dure más
A continuación encontrarás una serie de pautas para alargar la vida de una silla tapizada, si resulta que es la opción que mejor se adecúa a tus necesidades:
- Aspira el tapizado regularmente para quitar partículas de polvo, migas o suciedad que se haya ido acumulando.
- Si el tapizado se mancha de tinta, café etc., lo mejor es tratar de limpiarlo lo antes posible para que no se seque y se quede de forma permanente en la tela.
- Conviene darle un lavado a fondo ocasionalmente con productos de limpieza especiales para tapizados, aunque aconsejamos consultar las instrucciones del fabricante de antemano.
